Noticias

Atenco satelital


Publicado el 29/08/2004 a las 22:00

Compartir

Mediante un escueto comunicado de prensa, la Comisión Federal de Telecomunicaciones
(Cofetel) dio a conocer el pasado 26 de agosto que la licitación a la que convocó el 28 de mayo
de este año para obtener la concesión que permitiría la ocupación y explotación de la posición
orbital geoestacionaria 77 grados oeste (77º W) se declaraba desierta.

La 77º W y sus respectivas bandas de frecuencias asociadas están destinadas,
fundamentalmente, a la prestación de servicios de radiodifusión (similar al sistema Sky o al de
DirecTV).

La explicación que dio la Cofetel para acabar con el proceso tuvo como fundamento el que, en
las propias bases expedidas por ella, quedó establecido el que “la subasta sólo se llevará a cabo
en caso de que al menos dos participantes se presenten para someter sus posturas iniciales. En
caso de no darse este supuesto, la licitación se declarará desierta”. Y es que, según informó la
Cofetel, sólo un participante (SES Americom) se presentó al acto de registro de interesados.

Es decir, no obstante que se presentó un interesado para la ocupación y explotación de esa
posición orbital, las reglas del proceso no le permitieron seguir adelante pues exigían,
caprichosamente, que al menos deberían presentarse dos participantes. Es éste, como veremos,
un eslabón más de una larga cadena de errores.

Primer error: ya se había convocado a licitación, hace tres años, y después se pospuso
indefinidamente el proceso. En efecto, el 31 de julio del 2001, bajo la Presidencia aún de Jorge
Nicolín y pocos meses antes de que la Comisión quedara acéfala, se publicó la convocatoria;
después se amplió la fecha para la adquisición de bases y, por último, el 31 de agosto se anunció,
sin mayor explicación, la cancelación de la licitación.

Segundo error: se convocó a una licitación de consultoría especializada para efectuar los estudios
necesarios para determinar la valuación de la posición 77º W, a finales del 2002, y luego se
decidió dar marcha atrás. En efecto, el 5 de noviembre de ese año se publicó la convocatoria y,
después de una serie de pifias procedimentales, la Comisión notificó a los participantes, el 10 de
marzo del 2003, en un histórico oficio de notificación de fallo, que se había determinado cancelar
la licitación y que, a la vez, se declaraba desierta. Es decir, en un mismo documento oficial, se
habló de fallo, se declaró desierta la licitación y, además, se canceló. Todo ello con fundamentos
legales contradictorios y excluyentes entre sí.

Tercer error: hasta mediados del 2004 retoma la Cofetel la intención de licitar la posición 77º W.
Otra vez, tarde y mal. ¿Por qué? Pues porque en las bases de licitación quedó establecido el
método de subasta ascendente para determinar al ganador de la misma, siendo que este método
se utiliza cuando se licitan, al mismo tiempo, varias concesiones sobre frecuencias que son, entre
sí, bienes sustitutos o complementarios; con criterios de regionalización; con compromisos de
cobertura; con restricciones de acumulación de espectro; mediante evaluación en un sistema de
puntos y precios mínimos, y con incrementos preestablecidos para cada ronda de la subasta. No
fue así.

Por el contrario, tratándose de una sola posición a licitar, como lo es el caso de la 77º W, lo
recomendable es acudir al mecanismo de presentación de posturas u ofertas técnicas y
económicas, por parte de todo interesado, en etapas secuenciales y en sobres cerrados, y con un
valor de referencia obtenido a partir de un serio estudio de mercado para posiciones orbitales
similares. Así se había diseñado la licitación en el 2001 pero ahora, por alguna razón que sólo los
responsables del proceso fallido podrían explicar, se optó increíblemente por el método de
subasta ascendente.

Cuarto error: suponiendo sin conceder que se estuviera de acuerdo en el método de subasta
ascendente, debió la Cofetel haber imaginado la posibilidad de que sólo hubiera un participante
al final del día y que, el mismo, fuese perfectamente viable para la adecuada ocupación y
explotación de la posición 77º W (como de hecho ocurrió en el caso de SES Americom). Esto es,
debieron haber fijado un valor técnico de referencia mínimo de salida y así, en caso de que sólo
un participante mostrase interés en el proceso, tendría que estar por encima de dicho precio para
obtener la concesión. ¿No se les ocurrió?

Esta serie de errores, sólo atribuibles a la falta de visión y capacidad de quienes `dirigen` a la
actual Cofetel no es un tropezón más. Simplemente nótese que, hace tres o hasta dos años, esa
posición orbital 77º W habría valido alrededor de 30 millones de dólares, nada despreciables para
el fisco federal pero, sin razón aparente, decidieron postergarla todo este tiempo con lo cual,
difícilmente, obtendrá la hacienda pública la mitad de ese valor.

Tampoco es despreciable el hecho de que la coordinación de esa posición y sus derechos
reconocidos a México por parte de la Unión Internacional de Telecomunicaciones podrían estar
en riesgo de perderse, hacia el próximo año, por el conocido interés que existe sobre la 77º W por
parte de Canadá y, en menor medida, de Estados Unidos.

En suma: en la Cofetel convocaron y cancelaron; solicitaron valor de referencia y cancelaron;
volvieron a convocar, nada más llegó uno y lo echaron por no prever esa posibilidad en las bases;
dejaron pasar tres años; perdieron valor económico y arriesgaron los derechos de coordinación
para México. Son una maravilla.

Artículo publicado en el Periódico El Universal

http://archivo.eluniversal.com.mx/columnas/41146.html