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Pascual y Cuba


Publicado el 03/11/2013 a las 23:00

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No han cumplido un año y su administración ya borda en el desastre. El asombroso gobierno
federal de Enrique Peña Nieto, que dejó perplejos a varios tras sus primeros lances y decisiones
hoy es objeto de agrias críticas y generador de una creciente frustración colectiva. Dilapidaron el
bono democrático con el que llegaron y ahora ven cuesta arriba los cinco años que tienen por
delante.

La estrella del gabinete, quien funge como vicepresidente económico, Luis Videgaray, ha sido
vapuleado y con toda razón. No es solo el pésimo diseño de su mal llamada reforma hacendaria.
Es la falta de sensibilidad y olfato para medir los tiempos de su imposición. Es la soberbia de no
escuchar. Es empecinarse en sacar un bodrio fiscal dividiendo bancadas políticas en el Congreso
y tejiendo acuerdos vergonzantes.

Junto con el voto convenenciero de la mitad de los senadores del PRD, incluido su coordinador
Miguel Barbosa, logran que la disciplina ciega del PRI y su apéndice verde ecologista aplasten la
discusión y toda una votación. La misión era clara y la paga también.

El colmo es que insistan en que estamos frente a una reforma hacendaria y social, de gran calado
y demás florituras con las que suelen adornar sus vacuos discursos. Saben que no es así, pero
eso no importa. Habiendo aritmética y mercenarios aliados, la crítica es lo de menos, aun viniendo
de quienes se supone que son sus mandantes.

Junto con el anuncio de adecuaciones de última hora, mejor llamadas ocurrencias, nos enteramos
de que este generoso gobierno ha decidido rescatar la Cooperativa Pascual con 400 millones de
pesos y condonar el 70 por ciento de una deuda que Cuba tiene con nuestro país. Total, para eso
son los ingresos que generan las contribuciones.

Afirman que en la reforma no hay nuevos impuestos; falso. Dicen que acaban con privilegios;
falso. Aseguran que la reforma es progresiva y no regresiva; falso. Prometen que habrá una
redistribución de la riqueza; falso. Y auguran que la obesidad será cosa del pasado gracias a
cargarle impuestos especiales a los refrescos y a la comida con alto contenido calórico, también
falso.

Como muestra de su insensibilidad, desde la mismísima Presidencia de la República envían
tweets afirmando que gracias al impuesto a la comida “chatarra” (literal) tendremos alimentos más
sanos ¡y competitivos! Es la hora en que no alcanzo a saber qué son los alimentos competitivos. Y
es la hora en que no entiendo tampoco cómo pueden desde esa cuenta oficial llamarle así a los
alimentos cuya composición calórica no es para cargarles tan despectivo calificativo.

Poco o nada se dice de la asfixia a las diversas deducciones y exenciones hasta hoy vigentes,
oxígeno de pequeños empresarios y padres de familia frente a un impuesto sobre la renta que,
lejos de disminuir como estaba programado, ahora sube hasta 35%. De ampliar la base gravable,
ni hablamos.

Y por si lo anterior fuera poco, regresa el fantasma del endeudamiento al país. Pensamos que tras
15 años de políticas públicas responsables, de finanzas sanas y un adecuado balance fiscal, nadie
se atrevería a tocar este nuevo bastión de la certidumbre y la confianza. Pero regresó el PRI; y no
cualquier PRI. No el de Zedillo sino el de Echeverría.

Solo para este año se le autoriza un endeudamieinto extra al gobierno de 65 mil millones de
pesos. Increíble. A solo dos meses de terminar el ejercicio fiscal, piden prestado en lugar de
recortar el gasto. Bonita forma de acabar con su credibilidad en los mercados. Y para el 2014 se le
autorizaron 230 mil millones adicionales para alcanzar la cifra de 780 mil millones de pesos de
deuda. Toda una irresponsabilidad si tomamos en cuenta que estamos en medio de un escenario
de desaceleración si no es que recesión económica.

Total: ni crecimiento económico, ni empleo, ni certidumbre jurídica ni recaudación. Y todo lo ello
en solo 11 meses. Por si fuera poco, les importó un bledo que, en su increíble maridaje con el PRD
para un tema como éste, no solo acallaran la discusión y votaran contra las reservas presentadas
para diversos artículos sino que se dieron el lujo de ofender a quienes pensamos diferente. Con
brutal desprecio y rencor maltrataron a los empresarios al no bajarlos de voraces y privilegiados,
adjetivos que olvidan a la hora de pedirles su apoyo para las campañas políticas.

Lo bueno es que dicen haber dejado la mesa puesta para las reformas por venir. Todo está listo,
afirman. Falta ver qué dicen los invitados.

Artículo publicado en el Periódico El Universal

http://www.eluniversalmas.com.mx/editoriales/2013/11/67268.php